Último impulso

Después de tantos caminos recorridos, entendí que al final lo único que encontramos es nuestro reflejo. No hay más. 

Llegas al final, te encuentras a ti mismo, mirándote fijamente, con los ojos bien abiertos. 

Y te preguntarás "¿por qué yo", y es fácil: siempre terminaremos solos, uno mismo marca su principio y su fin. 

Al verte frente a ti, lo primero que harás es voltear a ver si hay más personas como tú en el camino, pero lo único que alcanzas a ver es todo lo vivido y andado. Tus penas y glorias, fracasos y triunfos, las heridas y cicatrices, el bien y el mal causado. Sea como sea, el final es invariable.

A veces siento que no puedo ordenar mis pensamientos.

Te ves a ti mismo porque no hay más en este mundo, estamos solos.

Las demás personas pueden ser un refugio, pero nada es para siempre.

Ha llegado el momento de despedirme, de reencontrarme, de tratar de mejorar esta terrible relación que he llevado conmigo misma.

Para amarme, necesito valorarme. Dejar de ignorar mis propias señales, empezar a escucharme de nuevo. Perdonarme.

Necesito volver a ser solo yo, y no una mezcla de lo que me he vuelto al unirme con el mundo.

Este siempre fue mi destino, a pesar de que me empeñé tanto en rechazarlo y negarlo para terminar perdida en el camino.. pero aquí estoy de nuevo.

Es más fácil dejarse llevar por la corriente del destino. Seguir en contra de esta es agotador y decepcionante muchas veces.

No estoy perdiendo la fe, estoy tratando de recuperarla intentando lograr lo más difícil: aceptarme de nuevo y aprender a convivir con esta soledad.

Este cuento está a punto de terminar, y empezará una nueva historia. No sé si será de amor o tragedia, pero eso ya no importa. Solo sé que será mía y con eso basta.

Comentarios

  1. Jose Antonio Freire Montano4 de febrero de 2013, 22:26

    espectacular, mucha pasion en estas letras... vale la pena leerte...
    cuando encuentres la formula para aceptar la soledad, por favor compartela!!!!

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