Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2012

Último impulso

Después de tantos caminos recorridos, entendí que al final lo único que encontramos es nuestro reflejo. No hay más.  Llegas al final, te encuentras a ti mismo, mirándote fijamente, con los ojos bien abiertos.  Y te preguntarás "¿por qué yo", y es fácil: siempre terminaremos solos, uno mismo marca su principio y su fin.  Al verte frente a ti, lo primero que harás es voltear a ver si hay más personas como tú en el camino, pero lo único que alcanzas a ver es todo lo vivido y andado. Tus penas y glorias, fracasos y triunfos, las heridas y cicatrices, el bien y el mal causado. Sea como sea, el final es invariable. A veces siento que no puedo ordenar mis pensamientos. Te ves a ti mismo porque no hay más en este mundo, estamos solos. Las demás personas pueden ser un refugio, pero nada es para siempre. Ha llegado el momento de despedirme, de reencontrarme, de tratar de mejorar esta terrible relación que he llevado conmigo misma. Para amarme, necesito

El mueble

Imagen
Llegué tarde a una fiesta porque me quedé viendo películas en casa. Salí con un jean lleno de huecos y el escote más marcado del mundo. Esa noche fue distinta, este hombre estaba extrañamente sociable conmigo cuando por lo general es distante. Me paré para ver algo al frente suyo, y él señaló un hueco de mi pantalón que estaba sobre el muslo derecho. — Ese de ahí es el que lleva a la gloria, ¿verdad? Me hice la desentendida, reí y le mostré mis manos. Tenía las uñas pintadas de rosa con lila y le dije: —Mejor mira mis uñas, son de chicle. Agarró mi mano y empezó a morderme los dedos. Se los saqué de la boca y me senté a su lado. Seguimos hablando de nimiedades por un buen rato, hasta que de repente se armó de valor y me dijo: — Revisa tu celular. — Ya lo vi, no hay nada. — Mira de nuevo. — Dale... Mira, ahora si tengo mensajes. — Revísalos. — Eres tú diciendo "hola". ¿Estás bien? — Sí, quiero que me contestes. — Bueno, hola. — No, escríbe

El fin

La última vez que fui a la playa, comenzó una estampida humana de la nada. La gente corría aterrorizada por las calles, en sentido contrario al mar. Por mi mente pasó que venía un tsunami y que iba a morir. Dado que mi compañero para vivir después del apocalipsis se quedó en la ciudad, solo pensé:  "¡Verga! se acabó el mundo, ¿dónde chucha estás?" Luego entendí que ningún llamado telepático lo traería a mi lado, así que el instinto de supervivencia me obligó a cruzar la calle, para quedarme parada en silencio al lado de un exnovio. Me quedé estática cerca de él, pero ni se percató de lo que sucedía porque estaba ocupado conversando con una amiga suya. Nuevamente pensé: "Si me muero, que sea al lado de este hijueputa por lo menos." Respiré hondo, y mientras la gente corría, logré escuchar que comentaban que hubo una pelea en la playa y que al parecer también hubo una balacera... ¡Qué decepción! Agarré y me volví a sentar al otro lado de la c

Más confesiones antes de que se acabe el mundo

Imagen
Otra vez se acaba el mundo.  El tiempo pasó mucho más rápido de lo que hubiera deseado, pero ya no hay nada que podamos hacer al respecto. En teoría nos quedan un par de días más hasta que comience el desastre. Hace como dos años se dio una situación similar y les dejé de obsequio unas cuantas confesiones. Tal vez muchos no entiendan, pero.. al fin y al cabo, este espacio siempre fue de mí para mí. Obviamente, están cordialmente invitados a jugar entre mis pensamientos y mis sentimientos. Si les agrada, enhorabuena, y si no, que más da. Separé un par de historias, una va hoy y la otra será para el fin. Si la tecnología llegase a morir, espero volver a saber de ustedes. Ha sido un placer compartir. Lo seguiré haciendo así sea a mano. Menos mal tengo máquina de escribir, así que pase lo que pase, no será la última vez que sepan de mi.  Gracias por todo. MJ