Dos años.

Creo que tengo un trauma con recordar fechas, contar días y estar consciente del paso de tiempo. El 29 de abril cumplí dos años usando Twitter. Todos deben pensar: ¿Por qué debería importar algo así?. La respuesta es sencilla: Ese hecho que se dio por casualidades de la vida, ha llegado a ser parte de mi. Es uno de mis mayores medios de expresión, tanto de lo que creo como de lo que siento.

He tenido tanta suerte, que he podido recopilar buena parte de estos micro posts (conocidos en el bajo mundo como tuits), pensamientos con un límite de espacio de 140 caracteres. Actualmente, la mayor parte de mis lectores se llevan bien con esta red social, así que recordarles esto podría estar de más.

Nunca esperé conocer personas por este medio. No solo a nivel local, sino de todas partes del mundo. Con maneras de pensar tan similares, o distintas. Encontré un refugio de letras cuando me sentí morir. Fue mi escondite cuando tenía tanto por decir, pero hablar resultaba imposible. Han sido testigos de mis logros y fracasos, tanto en lo profesional como en lo personal. Me han visto ganar, perder, amar, odiar, sentir, congelarme por dentro. Han presenciado más que lo que muchos conocidos verán de mi.

Puede que no nos conozcamos en persona, pero a veces no es necesario. Solo basta con sentir a los demás para estar conectado con ellos. Al que me conoce en la vida real, le sorprende que me guste escribir y que me dedique a vacacionar cuando tengo tantos estudios encima. 

Aquí es tan común encontrar mentes brillantes pasando el tiempo y jugando con sus mentes hasta que la vida les presente alguna oportunidad para tomar otro camino. Ahí es cuando desaparecemos. Nos borramos por un tiempo, para luego volver con nuevas líneas, desvaríos, deseos y sueños para compartir.

Me siento un poco tonta al escribir todo esto, pero si supieran realmente TODO lo vivido en 140 caracteres, no me lo creerían. Las letras enamoran, las letras engañan, las letras van y vienen. Así como con las personas, porque cada letra viene de alguien más, con una historia que contar.

Vicio, se ha comido tantas inspiraciones. Los blogs están muriendo lentamente. He ahí la razón por la que no publico posts aquí, salvo contadas ocasiones.


No somos los mejores ejemplos, no somos perfectos. Somos humanos, con vivencias distintas, pero la misma necesidad de comunicarnos y sentirnos identificados con alguien más. Nunca se dejen censurar, la vida es una sola. Disfruten de su libertad, o encuentren el encanto en sus ataduras.


En fin, dos años.


"cerebro quemado."

Comentarios

Entradas populares de este blog

Tecnocumbieras Sometidas

Manual teórico - práctico: Twitter para amateurs

El cruel.